El granito se caracteriza por su resistencia para combatir las inclemencias del tiempo. Esto permite que podamos disponer de él para grandes obras civiles en cualquier parte del mundo.
Hoy hablaremos de cómo podemos reforzar las características en el proceso de fabricación de las piezas. Una forma de potenciarlas es el uso de los acabados en las superficies de las losas.
ACABADOS
Los acabados serán muy importantes en la fabricación de las losas. Hay diversos tipos: se pueden realizar de manera más artesanal como el Rústico, con un simple desgaste a mano tras la cizalla o de forma más técnica. Cabe destacar que realmente los que más refuerzan las características del granito para soportar mejor los factores del clima son el Abujardado y el Flameado.
El Abujardado es el proceso más artesanal después del rústico. Se diferencia del anterior en que se golpea manualmente con una bujarda. El resultado final será más o menos fino según el número de dientes de la herramienta. Su superficie final será menos rugosa que en el acabado rústico pero más que el próximo proceso, el Flameado. Puede ser usado para losas pero en general suele aplicarse en adoquines.
El Flameado es por lo general el acabado escogido para las superficies al aire libre, el más usado y el mejor. Tras el corte se le aplica un choque térmico con calor que hará que se desprendan pequeños fragmentos de este, obteniendo así una superficie rugosa. La textura de la superficie será rugosa pero muy plana, no como en el abujardado. Por este motivo, esta superficie suele ser perfecta para zonas de lluvias frecuentes o heladas.
En resumen, estos son los acabados más usados. Sin embargo, existen muchas más opciones con las que se conseguirá otra resistencia y otras características en función de las necesidades.
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