Presenta un aspecto rugoso fino, sin alteración de color original y consiguiendo una mayor defensa de alteración química atmosférica.

Se trata de un tratamiento térmico que obtiene mediante la aplicación de altas temperaturas (superiores a 2800 grados cent.) sobre la piedra.

Al ser rugoso es antideslizante y además es especialmente indicado para exteriores porque su tratamiento proporciona una mayor defensa a la alteración química atmosférica.

La superficie tratada presenta uniformidad, con una serie de picos y valles, similares a los conseguidos con el abujardado.

El arenado se consigue proyectando la superficie de la piedra con arena de sílice o corindón, impulsadosa alta velocidad y con presión variable por aire, a través de una boquilla. Cuando se utiliza granalla de acero, este acabado se denomina Granallado. En función de la presión aplicada y del caudal del abrasivo, se consigue un acabado más fino o más grueso.

Es antideslizante y resistente, muy indicado para revestimientos exteriores.

La piedra es tratada con cepillos de púas de metal o diamante para que, por fricción, la superficie resulte brillante.

Se obtiene una superficie áspera pero brillante, con un tacto suave, ya que los picos de la superficie son muy redondeados. Tiene un aspecto aterciopelado.

Se recomienda su uso en suelos tanto para uso interior como exterior, aunque en este caso hay que comprobar su grado de deslizamiento. En los pavimentos interiores no hay dificultades significativas para la limpieza.

Superficie considerablemente lisa y plana.

Se trata al cortar a los tableros, los telares de fleje de acero, que se utilizan para cortar los bloques
de granito.

La piedra queda con un tono claro y mate dejando constancia de su procedencia natural.

Acabado liso y mate. Resalta más la textura y los colores que otros acabados sin brillo y no deja marcas de ningún tipo.

Mediante abrasión, con cabezales rotativos. Se podría considerar que es un paso anterior al pulido, puesto que su superficie es similar, pero no presenta brillo..

Aporta compacidad y dureza a la superficie y a pesar de ser liso no es tan deslizante como el pulido.

Muy lisa y de mínima porosidad. Resalta ampliamente el brillo y el color del material con un tono más oscuro que en otros tratamientos superficiales sin que aparezca ningún tipo de arañazo.

Mediante abrasión con cabezales rotativos de devastación decreciente que van puliendo la piedra progresivamente hasta llegar al grado mínimo de porosidad o poro cerrado.

Al ser de poro cerrado, es el acabado de mayor limpieza y el que menos absorbe líquidos, por lo que esmás difícil de manchar frente a las agresiones externas sobre todo el agua, aceite, ácidos, etc. Es muy resistente, pero su ausencia de porosidad y relieve hacen que sea menos antideslizante.